sábado, 12 de julio de 2014

Siempre Forges





¨ El caso del Forges es de los más notables de vocación precoz. Mientras sus amigos, allá en la primera decena de la vida, disputábamos, mirando al porvenir, sobre la superioridad de las profesiones respectivamente elegidas con irrevocable determinación –torero, notario de primera, practicante, etc.-­‐ él, que no quería entrar en polémica del rango, decía, casi sin inflexión de voz:
-­‐Yo voy a ser dibujante de historietas, y las firmaré con seudónimo: FORGES. ̈

Éste es el comienzo del prólogo, firmado por Antonio Baena, que se encuentra en el número 3 de una colección de cinco libros editada por   ̈SEDMAY Ediciones ̈, cuya primera tirada fue en 1974.


Cuando compraba el periódico todos los días, primero ojeaba la portada, después la contra portada, y antes de sumergirme en el papel, el primer chapuzón me lo daba en la página de la viñeta de Forges.
Soltar una medio carcajada y reprimirla inmediatamente, por ejemplo en el metro, me ha pasado unas cuantas veces, y el culpable era siempre Forges.
La habilidad y el ingenio que tiene para darle expresión a sus actores con un trazo mínimo, y que se corresponda esa expresividad con lo que dicen es lo que lo distingue.
Los Blasillos, Mariano el burgués, las viejas, los náufragos; el matrimonio en la cama y las conversaciones (a veces muy cortas, pero geniales), donde la señora ridiculiza al ya de por sí ridículo marido ( a veces ocurre al revés); todos y cada uno de
los personajes creados por Forges tienen una gracia irrepetible.
Esa retranca tan suya le permite ridiculizar al político de turno y también ensalzar al más pringao, sin perder de vista el humor; ese sentido del humor que lo hace distinto.
Publicó su primer dibujo en 1964 en el diario Pueblo, y aún sigue inventando historias para nuestra suerte. Ahora, mientras escribo este post y busco en internet viñetas nuevas, me está alegrando la tarde.
Me ha hecho la vida más llevadera en algunos momentos, y eso, es impagable.
Espero que su inagotable ingenio siga así por mucho tiempo, porque las personas como usted nos hacen mucha falta, y más con la que está cayendo.


Un chupito a su salud y muchas gracias maestro Forges. 




miércoles, 2 de julio de 2014

Lonnie Johnson: El tapado.









Cuando me salió al paso este músico, andaba yo buscando referencias de otro al que le tengo especial devoción: Django Reinhardt.
Para mi sorpresa, este magnífico y muy particular guitarrista belga, junto a otros no menos ilustres como son Charlie Cristian, T-­‐Bone Walker, B. B. King o el mismísimo Robert Johnson, de una manera u otra, no pasaron por alto, sino todo lo contrario, la forma de tocar de Lonnie Johnson.

La influencia de este guitarrista, compositor y cantante de blues, sobre varias generaciones, fue tan sutil como su propia manera de tocar. Sus riffs de guitarra eran nuevos y de cosecha propia, o sea, carne de copia para el resto.
Su primer instrumento fue el violín, además también tocaba varios instrumentos de cuerda y, con el piano, intervino en numerosas grabaciones.
Era elegante sobre el escenario y fuera de él, y su coherencia le alejaba de cualquier tipo de estridencia o maniobra fácil para venderse.

El mismo se definía como un bluesman urbano:   ̈ Yo canto blues de la ciudad ; mi manera de cantar no guarda ninguna relación con la zona del país de la que procedo ̈ , ( del libro   ̈ Solamente Blues   ̈. La foto de la portada de este voluminoso ¨documento¨ de 432 páginas –que tengo la suerte de tener­‐, es la que aparece arriba ).

Hizo un gran número de discos, sólo con la compañía   ̈ Okeh Records   ̈ grabó 65 discos.
Su historia está llena de altibajos, con tragedia familiar incluida. Se buscó la vida al margen de la música cuando la Gran Depresión de 1929, (ya tenía discos grabados y era conocido) y, con toda la dignidad del mundo, volvió cuando
pudo sin ocultar absolutamente nada. Tocó con músicos buenísimos que lo querían en sus orquestas y discos ( L. Armstrong, D. Ellington, etcétera ), aportando siempre modernidad y renovación sin perder su esencia como músico. Fue una pieza fundamental en la evolución del blues desde principios del siglo XX hasta su muerte.
Si buscáis en Wikipedia veréis que, en comparación con la biografía de Robert Johnson, la de Lonnie es bastante más escueta.
La leyenda que rodea al primero (pacto con el diablo, amoríos; su muerte a manos de un marido celoso...), vende y agiganta al músico por encima de su propia realidad.

Esto es algo muy goloso para los loros de turno, y es también, la razón por la que no se trata igual a uno y otro a la hora de situarlos en la historia.
No trato con esto de restarle ni un ápice de su talento. Robert Johnson se convirtió en un magnífico guitarrista de blues (si escucháis algún tema en Youtube, podréis oír algo parecido a dos guitarras, cuando era él solo el que tocaba); y se le reconoce como pieza importantísima en el desarrollo y progresión de esta forma de expresión.

Así que dejaré para otro post mi opinión sobre el músico y también sobre el personaje; dos cosas distintas, aunque el lazo que las une es bien consistente.
 Hay mucha tela que cortar en este asunto.

En el vídeo verán al protagonista de este parlamento. No he conseguido averiguar de cuándo es, pero suena muy bien para la época ( puede que a principios de los 60 ), teniendo en cuenta que hay un solo micro para voz y guitarra.
Para terminar, no se puede quedar en el tintero decir que Lonnie Johnson, aparte de tocar varios instrumentos, era un buen letrista. Con el ejemplo que pongo me pregunto si se le debe seguir poniendo límites al termino   ̈cantautor ̈ .
Otro asunto no menos interesante. 


̈Crowin Rooster Blue ̈

¿ Por qué creéis que canta el gallo 
cada mañana al amanecer ? (2) 
Para que los chulos sepan
que los hombres trabajadores

se ponen en marcha.

Nos levantamos antes de que salga el sol, 
trabajamos como esclavos
dieciséis horas al día. (2)

Pagamos el alquiler de nuestras casas 
y la factura de la tienda de comestibles. 
Y los chulos se llevan el resto
de nuestras pagas.

Hombres tenemos que estar unidos; 
¡hay que hacer algo!
Nosotros conseguimos dinero 

mientras los chulos se lo pasan bien.
Y cuando lo único que hay son facturas 
del alquiler de la casa
y la tienda de comestibles,
ni hay dinero ni diversión. 


Lonnie Johnson

                                                                                                                                            ...